Estos días se habla mucho de la vuelta a la normalidad, al trabajo, al horario de oficina (al de invierno) y, en definitiva, a las rutinas previas al verano. Para muchos es dura la vuelta, ya están echando de menos el bañador y la brisa del mar, pero para otros es algo más que dura: muchas personas LGTBIQ+ regresan al armario en estos días. Tras haber disfrutado de un verano en libertad, la vuelta a la rutina laboral supone para ellos retornar a un día a día oscuro, y no precisamente por el clima…
La realidad de muchas personas LGTBIQ+ es que trabajan en empresas donde no existe una cultura inclusiva que respeta la diversidad. Y no solo porque no cuenten con protocolos de prevención de acoso que impidan que estas personas se sientan discriminadas (lo cual ya es obligatorio por ley), sino que se ven abocadas incluso a renunciar a algunos de sus derechos por no trabajar en un entorno seguro.
No se trata de dar explicaciones sobre nuestra vida privada. La clave está en que cuando no podemos expresarnos con libertad en relación a la persona con la que compartimos nuestra vida, a nuestro modelo familiar o a nuestra identidad y orientación sexual por miedo al rechazo (incluso al despido), acabamos renunciando a cuestiones tan comunes como el permiso por matrimonio o para el cuidado de una pareja enferma, por poner solo dos ejemplos.
Renunciar a nuestros derechos como trabajadores y como seres humanos por trabajar en una empresa que no respeta cómo somos no puede ser una opción. Por ello, implementar planes y protocolos que aseguren los derechos de TODOS los trabajadores y generen una cultura que abraza la diversidad LGTBIQ+ es, no solo una imposición legal, sino un deber moral con la sociedad de todas las empresas, ya que la realidad social se refleja en su plantilla y si no logra que sus trabajadores sean felices, libres y estén orgullosos de trabajar asllí, estarán abocadas al fracaso.
¿Te imaginas tener que utilizar eufemismos cada vez que hablas sobre tus sentimientos y tu vida personal? ¿Tener que buscar excusas, pretextos o incluso mentiras para no tener que hablar sobre ciertas cuestiones? ¿No poder expresarte con libertad en las conversaciones de pasillo, la máquina del café, la reunión de la mañana o la cena de empresa? ¿Te imaginas no poder ser tú y pasar la mayor parte de tu día fingiendo? ¿No poder cuidar de tu pareja en el hospital? Si eres una persona LGTBIQ+ seguro que no necesitas imaginarlo porque es muy posible que lo hayas vivido alguna vez.
¡Basta de armarios laborales!
Desde Padula & Partners te ayudamos a convertir tu empresa en un lugar mejor, en un lugar seguro, en un espacio libre de prejuicios, esteotipos y discrimación donde TODOS tenemos los mismos derechos.
MIGUEL ÁNGEL SAN JUAN
Director de Diversidad, Equidad e Inclusión de Padula & Partners
miguel.sanjuan@padulapartners.com